¿Por qué Dios permite el sufrimiento? Te sorprenderá
Basta con ver las noticias cada día para desanimarnos, parece que no hay una sola buena noticia, todo se trata de robos, corrupción, asesinatos, drogas, violaciones, guerras, etc.
Sientes pena por el sufrimiento de otros y hasta algo de impotencia, entonces una pregunta te inquieta de manera constante: ¿Por qué Dios permite el sufrimiento?
Si hay un Dios amoroso y compasivo como se suele creer, porque parece ensañado con la humanidad, o es acaso una ilusión creer en la existencia de un Dios que nos ama y simplemente estamos por nuestra cuenta y a merced de un mundo caído.
Yo mismo me hice estas preguntas en cada ocasión, y la respuesta llegó.
Y llegó, curiosamente, de quienes tal vez son el pueblo más sufrido, humillado y perseguido del mundo, el pueblo de Israel y sus grandes sabios.
Un pueblo que ha sufrido a tal nivel que sería razonable que hoy fueran ateos, sin embargo, fue de ellos y específicamente de las enseñanzas de Rabi Najman, Rabino Shalom Arush y su discípulo Yonatan Galed, de quienes obtuve la más hermosa respuesta.
¿Quién maneja este mundo?
Solemos creer que Dios creó el mundo y al ser humano y lo dejó por su cuenta, también se nos ha enseñado que hay un ente demoniaco que echa a perder los planes de Dios y que es él gobernante de este mundo y el causante de todo el mal.
Sin embargo, la verdad es que solo hay un gobernante de este mundo, uno y único que no tiene quien le haga oposición alguna, y que maneja el mundo y a cada ser humano hasta en el más mínimo detalle.
Ese es Dios todopoderoso y no existe nada, ni nadie que esté fuera de su dominio, por ende todo el sufrimiento es enviado por Dios, pero hay una razón para que eso ocurra.
El Creador es justo y recto
Dios no creó al ser humano para hacerlo sufrir (Dios nos guarde pensar algo así) en absoluto, todo lo contrario, lo hizo para amarlo, beneficiarlo, mostrarle su generosidad y compasión.
La razón de todo el sufrimiento que hay, es que somos nosotros mismos quienes lo causamos como consecuencia de nuestras acciones, las faltas siempre vienen de nosotros y no de nuestro Creador, bendito sea.
Dios es justo y recto, Él gobierna Su mundo de acuerdo a Sus leyes que son inamovibles y una de ellas es el principio de medida por medida o sembrar y cosechar.
Cuando alguien comete una transgresión de Su ley, en el cielo se demanda una expiación de ese pecado, ya sea por confesión, arrepentimiento y corrección o mediante algún sufrimiento, lamentablemente, la mayoría elige el camino del sufrimiento al no arrepentirse.
Medida por medida
El principio de medida por medida, dice que no existen tribulaciones, sin transgresiones, y que todo sufrimiento que experimentamos sea grande o pequeño es el resultado directo de nuestras transgresiones.
Todo sufrimiento que tenemos es la expiación de algún pecado que no se corrigió.
Las leyes establecidas por Dios se cumplen sí o sí, Él es justo y recto y le da al ser humano lo que le corresponde según sus acciones.
Dios te ama con un amor eterno y cuando tiene que castigarte, Él sufre más que tú, pero está dispuesto a sufrir y darte el castigo para que te despiertes, te arrepientas y vuelvas a Él y seas feliz.
Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Jueces 2:18
Nuestra vieja amiga la queja
Si hay un rasgo de carácter que genera más sufrimientos en el mundo, esa es la queja. Cada vez que te quejas por algo que no te gusta o por algún sufrimiento, sin darte cuenta estás haciendo que Dios te envíe más sufrimientos.
Quejarnos es un acto de soberbia y orgullo, es como decirle a Dios que tú eres justo y sin mancha y que Él está equivocado al enviarte sufrimientos.
Si hay un rasgo de carácter que Dios aborrece, es el orgullo y la soberbia.
En el pecado de los espías que reconocieron la tierra prometida, los cuales se quejaron de que la tierra era inconquistable (Después de haber visto tantos milagros) el pueblo lloró y se quejó toda esa noche y el resultado de su queja fue deambular 40 años por el desierto.
Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová. Números 32:13
Cuando la persona no acepta con amor el sufrimiento que le sobreviene, no solo que el sufrimiento no le expía sus pecados, sino que agrega otra transgresión más a la lista.
Todo es medida por medida, Dios dice: mientras más se quejen, tendrán más razones para quejarse, y mientras más agradezcan tendrán más razones para agradecer.
¿Cómo evitar el sufrimiento?
Como ya sabemos no existen tribulaciones, sin transgresiones, todo en este mundo es medida por medida.
Entonces lo primero que usted tiene que hacer es aceptar sus sufrimientos con amor y agradecer por ellos, sabiendo que Dios es justo y recto.
No piense ni por instante en que usted no ha pecado en nada y que Dios se equivocó, Él jamás se equivoca, el problema es que creemos que si no hemos matado o robado, entonces estamos bien, seguramente habló mal de alguien, avergonzó o juzgó a alguien, o cualquier otra transgresión.
Tal vez usted diga ok eso lo entiendo, pero ¿qué hay de los niños abusados y asesinados? ¿O de las guerras donde muere gente inocente? La respuesta es igual, medida por medida, en el mundo hay 70 millones de abortos al año, y nos parece normal, de eso nadie se escandaliza, como si las vidas de esos niños tuvieran menos valor.
De esos 70 millones de niños asesinados, Dios también demanda una expiación, todo es medida por medida, nosotros somos los únicos responsables de todo el mal que hay.
Lea la palabra de Dios y dese cuenta de cuáles pecados está cometiendo sin darse cuenta.
Una escuela de fe
Tenga en cuenta que este mundo es una escuela de fe, nuestra misión es desarrollar una fe completa en Dios. Esto mismo es también el objetivo de los sufrimientos.
Los sufrimientos no son para destruir, sino para instruirnos y llevarnos a la fe.
La verdad es que debemos sufrir para retornar a Dios, arrepentirnos y corregir nuestras acciones y así lograr la fe auténtica que nos protege de pecar y sufrir.
Todo lo que experimentamos en este mundo tiene como objetivo principal llevarnos a la fe auténtica en el Creador, que es el único remedio para eliminar todo el sufrimiento que hay en el mundo.
Conclusión
Tenga en cuenta que nuestra estadía en este mundo tiene una misión y no es otra que acercarnos a Dios, reconocer su dominio y desarrollar una fe completa en Él.
Si se ha dado cuenta, es que es imposible hablar del sufrimiento sin hablar de la fe en el Creador, ya que la ausencia de la fe nos lleva al comportamiento que produce las consecuencias que queremos evitar.
Los seres humanos somos como niños chiquitos sin entendimiento, queremos todo, pero no queremos dar nada y luego nos quejamos.
Con todo, la misericordia de Dios es extraordinaria, porque si nos diera lo que realmente merecemos, donde cree usted que estaría ahorita.
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