A todos nos encanta pensar que tenemos fe en Dios y que creemos y confiamos en Él, pero basta con que seamos puestos a prueba y se revela lo que realmente hay en nuestro corazón.

De pronto, nosotros o un familiar cercano, es diagnosticado con una enfermedad muy grave, un hijo toma el mal camino y cae en vicios que lo destruirán.

O tal vez tienes grandes deudas y tu situación económica no hace sino empeorar, o de pronto tu esposo abandona su hogar para ir detrás de una aventura.

O es acaso la espera de esa persona especial en tu vida, esa alma gemela con la que tanto has soñado.

Cualquiera que sea la circunstancia, nos damos cuenta de lo frágiles que somos y que basta con que seamos presionados un poco para derrumbarnos.

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Entonces empezamos a pensar que no estamos hechos para tener fe y que ese es un don de Dios que no nos ha sido dado.

Sin embargo, todos aquellos que alcanzaron una fe en Dios potente, pensaron lo mismo, fracasaron una y otra vez hasta que la alcanzaron. Pero entonces… ¿Qué hace la diferencia? ¿Cómo lo lograron? ¿Qué hay que hacer?

Quiero enseñarte 12 puntos vitales y eficaces que aprendí de las enseñanzas del Rabino Shalom Arush y Rabí Najmán de Breslev, que a mi juicio, son los dueños de la verdadera fe en Dios, Vamos a averiguarlo…

¿Cómo se logra la fe en Dios?

Silueta de persona con los brazos al cielo orando a Dios

Tratar de obligarse a sí mismo a tener fe, es absurdo y no tiene ningún resultado porque la fe es como un músculo que se debe trabajar para desarrollarlo.

Sería como despertar un día y decidir que vamos a jugar al fútbol como Messi.

Para lograr la fe en Dios hay que hacer lo que hicieron aquellos que la alcanzaron y créame, va a requerir trabajo serio, constante y disciplinado, pero sus réditos superan por mucho el esfuerzo.

Todo se logra con trabajo, y también los logros espirituales. Olvídese que va a lograr algo valioso sin esforzarse mediante un trabajo planificado y disciplinado.

Estos son los 12 puntos que comparten todos aquellos dueños de una fe en Dios estable, y que no se debilita ante ninguna circunstancia:

1- Estudian la palabra de Dios

Mujer estudiando la palabra de Dios con sweter rojo

El punto de partida es empezar a estudiar la palabra de Dios, la fe significa conocer y a menos que conozcas a Dios, no podrás confiar en Él.

Aquellos dueños de la fe como el Rey David o José, conocían muy bien a su Creador, sabían cómo era su forma de proceder y su fidelidad.

Sabían que Él jamás faltaría a su palabra y eso les dio la confianza y entereza para pasar las pruebas más difíciles.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josué 1:8

Así que empiece a estudiar y a meditar en la palabra de Dios por lo menos 15 minutos cada día y conozca bien a su Creador.

La palabra de Dios no es un libro de cuentos

No piense por instante que la Biblia es un libro de cuentos o historias antiguas, en absoluto. Son relatos que nos enseñan: «Así es como debes enfrentar la vida y superar los desafíos».

2- Plegaria y más plegaria

Hombre orando en el bosque

Si ha leído la Biblia seguro que se habrá dado cuenta de que Dios es el que hace y orquesta todo en este mundo, desde lo más insignificante hasta lo más grande, y cuando digo todo es TODO, no casi todo.

Sí, también cuando se le cae una moneda al piso, o alguien lo ofende.

Los dueños de la fe saben que todo lo que tienen proviene de Dios y si lo que les falta es fe, se la piden a Él. ¿Acaso conoces a un destinatario mejor?

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración. Salmo 4:1

Dirígete a Él en oración y pídele con mucha humildad: «Señor, dame fe, dame la fuerza para confiar en ti y creer que todo es orquestado por ti y es para mi propio bien, ayúdame a eliminar todo aquello que me hace dudar de ti«.

3- Conocen su misión en la vida

Mujer con los brazos al cielo con puños cerrados en señal de victoria

Las personas con una fe en Dios potente han llegado a darse cuenta de que la única razón por la que están en este mundo es para elevarse espiritualmente y lograr la fe completa en Dios.

Si lee la Biblia en su totalidad, se dará cuenta de que la enseñanza número uno, es que tengamos fe en Dios. (Eso debería decirnos algo).

Usted también vino a este mundo con esa única misión: alcanzar la fe completa en Dios, de ahí las carencias, las dificultades, los malos rasgos de carácter, la riqueza, la pobreza, los vicios, etc. Todas son herramientas de Dios para ayudarlo a lograr su misión.

Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar. Habacuc 2:14

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¿Cómo es que esa es tú misión en la vida? bueno, primero porque los grandes sabios lo han dicho, y segundo porque a menos que logres la fe en Dios, nunca alcanzarás la verdadera felicidad y gozo en esta vida terrenal.

La herejía es creer que Dios nos debe algo.

Los dueños de la fe saben que esta vida terrenal no es lo esencial; esta vida es solo una escuela para lograr la fe en Dios, y solo dan gracias por cada obstáculo que los ayuda a trabajar en ella.

4- La supervisión individual

Una nebulosa con un ojo en el medio que nos mira

Toda nuestra fe en Dios depende de una sola cosa que debemos tener en nuestro corazón a cada instante, si este punto no es fuerte o lo creemos a medias, jamás podremos alcanzar la fe completa en Dios.

Y esto no es otra cosa que la supervisión individual, Dios todopoderoso supervisa a cada ser humano sobre la tierra, de una manera exacta y con una precisión milimétrica.

Desde el lugar de su morada miró Sobre todos los moradores de la tierra. Salmo 33:14

Los dueños de la fe han entendido que nada en este mundo puede actuar con independencia de Dios, saben que nadie los puede ofender a menos que Dios se los haya ordenado.

Nada puede estar separado de Dios, Él es la causa de todas las causas y el dueño de cada circunstancia.

Interiorizar esto te dará un gran impulso de fe, porque sabes que toda tu vida la dirige el Creador del universo que te ama con un amor eterno.

¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? Lamentaciones 3:37

Creer que algo ocurrió por casualidad o por culpa de alguien, es una herejía y equivale a negar toda la palabra de Dios, dicen los sabios de todas las generaciones.

5- El amor de Dios

Mujer feliz abriendo sus brazos al cielo

Otro paso vital que conocen las personas con una fe en Dios potente, es que ellos están totalmente convencidos del amor de Dios hacia ellos.

Ellos saben que Dios los ama como ellos mismos aman a sus hijos, e incluso más, mucho más.

Dios ama a cada ser humano como si fuera Su hijo único, como si fuera el único ser humano sobre la tierra o como si fuera Su única creación.

Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. Isaías 49:15

¿Acaso el que creó el amor, no tendrá amor? Dios es la esencia misma del amor y nadie puede amar como Él lo hace, Su amor es puro e incondicional y jamás deja de creer en nosotros, aunque Le fallemos una y otra vez.

Cuando en serio comprendes cuánto Dios te ama, es cuando empiezas a vivir con verdadera fe, Él solo quiere darte lo mejor, ayudarte, bendecirte, suplir todo lo que necesitas, etc.

6- Solo dan gracias

Hombre llevándose las manos al pecho en señal de gracias

Las personas con verdadera fe en Dios, nunca se quejan, ni se molestan de nada ni con nadie, saben que todo es orquestado por Dios desde arriba para su propio bien y solo dan gracias.

Pensemos por un momento: Si Dios controla el mundo, y así es, y si nos ama con un amor eterno, y así es, y si supervisa nuestras vidas de manera detallada y exacta en cada detalle, y así es.

Entonces, ¿cómo es que creemos que Dios nos manda cosas malas?, todo lo aparentemente malo, en realidad es algo bueno, porque qué padre hay que quiera hacerle mal a sus hijos?

Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Salmo 100:4

Aprender a agradecer por lo «malo» es la expresión de una fe fuerte, porque nuestra naturaleza es quejarnos por todas las incomodidades.

Considere lo siguiente: ¿Qué lo llevó a leer este artículo? seguramente una circunstancia incomoda, ¿entonces fue algo malo?, pienso que no, porque si no, usted no habría buscado acercarse a Dios y conocer más de Él.

Se da cuenta cómo todo en su vida es orquestado para llevarlo a su misión, así que empiece a agradecer por todo lo aparentemente malo, y por cierto que eso anulará ese sufrimiento más rápido de lo que se imagina.

7- No se quejan

Hombre y mujer tapándose la boca mutuamente

Las personas con una fe en Dios fuerte, saben que sus vidas están en las manos de Dios y que Él las dirige de la mejor manera posible para ayudarlos a cumplir su misión. Eso ya está claro.

Por eso, ellos nunca tratan de entender o comprender todo lo que les sucede, solo dan las gracias sabiendo que su misión no es saberlo todo, sino confiar en que todo lo que les mande su padre celestial es con amor, justicia y necesario para ellos.

Eliminar la queja por completo es tal vez el gran reto que tenemos todos los seres humanos, nuestra naturaleza es quejarnos, pero eso solo hace que los sufrimientos aumenten, no sirve para nada y empeora todo.

Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Números 11:1

Así que empiece a dedicar al menos 20 minutos de oración pidiendo eliminar el mal rasgo de quejarse por todo, y se dará cuenta, que en la medida en que deje de quejarse empezará a ver milagros en su vida.

8- Temor de Dios

Bifurcación en la vía problema o solución

Los grandes sabios de Israel dicen: «El que le teme a uno, no tiene miedo de ninguno».

Las personas con verdadera fe en Dios no tienen temor de nada, no de personas, no de circunstancias adversas, no de la economía, no del clima, no del gobierno, etc.

Por el contrario, aquellos que le temen a todo menos a Dios, viven con preocupaciones constantes, creen que alguna persona o circunstancia puede hacerles mal, creen que su sustento depende de cuantas horas trabajan, o de cierta persona o empresa, etc.

Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Salmo 128:1

Todo es el resultado de un temor mal dirigido, la gente le tiene miedo a todo menos a aquel a quien de verdad deben temer y obedecer, aquel que lo controla absolutamente todo.

Si son pobres temen que hoy no haya para comer, si son ricos temen perder todo su dinero, pobre de ellos.

Tener temor a la grandeza de Dios, es vivir una vida tranquila y sin preocupaciones sabiendo que estamos en las mejores manos y que nunca nos faltará nada.

9- Alza tu voz

Mujer con megáfono en mano hablando

Los dueños de la fe saben que la herramienta más poderosa para aumentar su fe es el habla.

¿Alguna vez se ha preguntado cómo es que el Rey David tenía una fe tan fuerte? La respuesta está en los Salmos, todos sus capítulos son palabras de alabanza que David pronunciaba en voz alta y eso lo llevó a tener una fe potente en Dios.

Nuestra boca tiene un poder muy grande, tanto para construir como para destruir. Recuerde que Dios creó todo el mundo con el poder de la palabra.

La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos. Proverbios 18:21

Si usted quiere desarrollar una fe fuerte en Dios, usted tiene que hacer lo que hacen los dueños de la fe como David. Utilice esa potente herramienta para pronunciar en voz alta palabras de fe:

Tú me amas, Tú me creaste y me darás también con qué vivir, me darás mi sustento, todas mis necesidades tú me las vas a suplir, mi fuerza es tu fuerza porque nunca estoy solo, contigo puedo lograr cosas que jamás creí posibles, etc.

Así es como se construye la fe, hay que trabajar, dedique al menos 15 minutos cada día a repetir palabras de fe y concéntrese en ellas tanto como pueda, haga el trabajo y verá resultados.

10- Cuidar la pureza y la santidad sexual

Familia feliz disfrutando de una tarde de campo

Los dueños de una fe pura en Dios saben que ocuparse de los deseos de la carne va en dirección contraria a la fe en Dios.

De hecho, la fe en Dios es producto de la santidad personal, y la santidad personal es producto de la fe en Dios, van de la mano y son inseparables. Donde está uno, ahí también está el otro.

Así que olvídese si cree que puede tener una fe pura en Dios si vive en fornicación y adulterio, y esto va principalmente para los hombres, cuyos deseos físicos parecen una roca insuperable.

Y no solo se trata de cuidarse del sexo lujurioso, también se trata de cuidar nuestros ojos, no mirar a las mujeres pareciendo un ventilador a cada lugar que vas, no ver redes sociales donde hay mujeres exhibiéndose, etc.

No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos Proverbios 6:25

Cuidar las ventanas de nuestra alma es el pre requisito para tener una vida en santidad y pureza y si eres soltero, créeme que la razón por la que no encuentras pareja es precisamente por no cuidar tus ojos.

Así que empieza a dedicar al menos 30 minutos de oración por día por este tema en particular, eliminar los deseos físicos y cuidar tus ojos y ya verás cómo tu fe en el Creador irá en aumento.

11- Perseveran en la alegría y la gratitud

Familia haciendo corazones con las manos al cielo en señal de fe en Dios

Enseñan los sabios de Israel que la fe es alegría y la alegría es fe, y la verdad es que cuando tenemos fe en Dios vivimos sin preocupaciones, alegres y radiantes.

Pero también cuando estamos alegres sentimos que la fe en Dios fluye de nosotros de manera natural, así que estar alegres es muy importante, de hecho el judaísmo es la única religión donde estar alegres es una ley y la tristeza es un pecado.

Los dueños de una fe pura saben que si quieren tener fe en Dios deben buscar la alegría y si por alguna razón su alegría decae y caen en sentimientos de miedo, enojo o frustración, dejan lo que estén haciendo y hacen lo que sea para volver a la alegría.

En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. Salmo 94:19

De hecho, piense por un momento, ¿En qué estado de ánimo te has encontrado cada vez que ha pecado contra Dios? seguramente: enojo, tristeza, depresión, sentimientos de fracaso e inferioridad, frustración, etc.

La respuesta es que cuando estamos alegres no pecamos, así de sencillo, entonces, la alegría no solo te da la fe en Dios, sino que además te protege de pecar y alejarte de Dios. Es como un muro contra el pecado y una garantía de fe en Dios, así que haz lo que sea para vivir con alegría 24/7.

12- Las tres reglas de la fe

Tal vez este punto pueda parecer algo relativo a los otros puntos que ya se trataron, pero quise incluirlo porque esto es de vital importancia y prácticamente es la esencia de la fe en Dios.

Las personas dueñas de la fe saben que no existen las casualidades y que todo, absolutamente todo, obra para el bien de ellos, en pocas palabras: Todo es para bien.

Esto no es un mantra o una bonita frase para engañar a nuestra mente y hacernos sentir mejor, es que literalmente TODO ES PARA BIEN.

Y hay tres reglas que usted debe aplicar y decir en voz alta cada vez que le sobrevengan circunstancias contrarias a su voluntad:

1- Así quiere el Creador: Es la absoluta convicción de que todo te ha llegado por decreto del Creador sin ninguna duda.

2- Todo es para bien: La certeza de que si el Creador (Que te ama con un amor eterno) te envió esto, puedes estar seguro de que es para tu bien, aunque aún no lo veas y aunque todo parezca indicar lo contrario.

3- ¿Qué quiere el Creador de mí?: Si el creador te envió esto, entonces debe ser por alguna buena razón, Él no hace nada sin un propósito, tal vez para que ores más, tal vez te alejaste un poco, o de pronto algún pecado que cometiste y no te has arrepentido, debes meditar en lo que te ocurre y llevarlo a Dios en oración y Él en su gran misericordia, te dirá la razón y lo que debes hacer para rectificar.

No hay excusas

No hay nada que hacer, lo único garantizado en esta vida son las pruebas, sufrimientos, pérdidas y toda clase de circunstancias que no nos agradan.

Ya es hora de que empieces a abordar los problemas y desafíos con fe, fortaleza y entereza, como solo el Rey David o José lo hubieran logrado, y empieza a ser testigo de milagros en tu vida.

No existe enfermedad que Dios no pueda curar, no existe pozo del que Dios no pueda rescatar a tú hijo, no existe deuda económica de la que Dios no te pueda sacar.

No existe matrimonio que Dios no pueda restaurar, no existe persona que Dios no te pueda traer para un matrimonio feliz.

Dios solo quiere que lo busques y lo conozcas, así que ponte a trabajar con seriedad y disciplina para fortalecer tu fe, estos 12 puntos son un gran punto de partida.

Si crees que se puede destruir, cree también que se puede reconstruir.

Quisiera recomendarte un libro extraordinario del cual he extraído estas valiosas enseñanzas: En el jardín de la fe